“Yo no tocaría a mi madre ni con el pétalo de una rosa” estas fueron las palabras que recordaba la tía de Jhonier antes de su muerte
Fuente: FocusNoticias.Com
Los secretos de la tragedia de los Leal – Entrevista exclusiva con María Dinner Hernández, tía de Jhonier Leal
En la tranquilidad de su hogar en Cartago, Valle del Cauca, María Dinner Hernández, tía de Jhonier Leal y hermana de Marleny Hernández, rompió su silencio para revelar detalles estremecedores sobre los trágicos acontecimientos que acabaron con la vida de su sobrino Mauricio Leal y su hermana Marleny en la madrugada del 22 de noviembre de 2021.
En una entrevista exclusiva con Focus Noticias, la tía compartió su dolor, su desconfianza sobre la versión oficial de los hechos, y sus sospechas sobre la participación de otras personas en este crimen que sacudió al país.
EL CRIMEN QUE CAMBIÓ TODO
La tranquilidad de la familia Leal se vio interrumpido por el hallazgo de los cuerpos sin vida de Mauricio, el célebre “niño genio de la peluquería”, y su madre, Marleny.
Ambos presentaban múltiples heridas de arma blanca, lo que evidenció la brutalidad del ataque. Al poco tiempo, las investigaciones apuntaron a Jhonier Leal, hermano de Mauricio e hijo de Marleny, como el principal sospechoso. Tras un largo proceso judicial, Jhonier fue condenado a 55 años y tres meses de prisión por el doble homicidio.
Sin embargo, María no está convencida de la versión que ha circulado públicamente. Su mirada, cargada de dolor y resentimiento, no solo está dirigida hacia Jhonier, sino también hacia las circunstancias que rodean ese día fatídico.
Al respecto María Dinner dijo: “Cómo va a hacer eso una sola persona, cómo va a ser capaz de hacer todo lo que hizo Johnier allá de limpiar casa, de coger a mi hermana, arrastrarla a la cama. Mire que en el video mi hermana se ve así, ¿cierto? Al lado de Mauricio. Mi hermana estaba de lado. Mi hermana tenía un piecito así fuera de la cama y estaba de lado. Y en el video que mostraron estaba ella así. Johnier solo no pudo haber hecho eso. Yo no sé quién estuvo ahí, pero lo único que yo digo es que Johnier solo no lo hizo. Ahí había dos personas más con él, dos personas, pero había más personas con él ahí.
LA CONFESIÓN QUE NO FUE
Durante la entrevista, María recordó las palabras de Jhonier, quien en su momento intentó defenderse asegurando que no tenía nada que ver con las muertes. «Yo no tocaría a mi madre ni con el pétalo de una rosa», le habría dicho, al tiempo que aseguraba su inocencia. «¿Por qué no te mataron a ti entonces?», le preguntó María, a lo que él respondió que había sido dejado con vida para dejar una «evidencia». María Dinner Hernández cree que Jhonier no es el único responsable y que debe pagar por lo ocurrido.
María Dinner se mostró contundente en su convicción de que Jhonier no actuó solo: “Lo que hicieron ahí no lo hizo él solo. Yo creo que hubo otras personas involucradas. No sé quiénes, pero lo que pasó no fue obra de una sola persona”.
LA DESCONCERTANTE ACTITUD DE LOS INVOLUCRADOS
María también recordó episodios que alimentan sus sospechas. Mencionó a Esteban, el hijo de Andrés, quien fue detenido en Jamundí por violación. Según María Dinner, Esteban llegó a su casa en Bogotá visiblemente alterado y, durante una conversación, hizo una misteriosa afirmación: “La familia se va a dividir, se van a quedar con la boca abierta”. Días después, cuando la familia intentó obtener respuestas, Esteban se mostró evasivo, asegurando que no podía decir nada más.
Focus Noticias le preguntó a María Diner, sobre un episodio de Esteban, el hijo de Andrés, el que está detenido en la cárcel de Jamundí. ¿Qué fue lo que él le dijo a usted? ¿Qué fue lo que él contó?
“Él llegó a la casa, nosotros lo invitamos a en Bogotá a almorzar, mi sobrina Angélica. Él llegó como a las seis de la tarde, y él llegó cabizbajo, llegó, no era él, dicho no era mi sobrino, era otro. Él no era, era otra persona. Él llegó, se sentó en el comedor, almorzó, no dijo nada, no hablaba nada. Mi hermana se fue para una pieza, estaba en una pieza, él se fue, se paró en el comedor, se fue para la pieza, se sentó al lado de mi hermana. Yo me quedé con la pieza, me senté para los pies de la cama, y él estaba al lado de mi hermana, acá en la calecera. Yo estaba hablando, me llamaron por teléfono y me dijeron, me preguntaron por mi hijo. Entonces yo dije, no, mi hijo está en la fiscalía. Entonces Esteban ahí mismo llegó y me miró de una y me dijo, tía, Esteban en la fiscalía, mi primo está en la fiscalía. Yo le dije, sí, lo llamaron. Entonces ahí mismo él comenzó así, a traquearse los dedos, se quedó así. Entonces a llamar, pero era así, así, así. Él se quedó así un ratico, así.
Después me hizo así. Me miró así, cuando él me miró así, yo me quedé mirándolo, se lo juro, por lo más sagrado, que yo le di los ojos a él, que le relampagueaban candela. Los ojos eran como del demonio. No es decir que Dios me reveló contra él, pero le vi la mirada. Era como que le salían llamas de él. Se quedó mirándome así, pero así, como por un minuto. Entonces ya se fue para arriba. Estaban arriba, estaba mi hermano, estaban otros tomando ahí arriba en la terraza, mis sobrinos. Y él llegó a la terraza y dijo estas palabras. Dijo, ustedes se van a dar cuenta de algo, que la familia se va a dividir, se van a quedar con la boca abierta y la familia se va a dividir. El miércoles, él dijo, el miércoles se van a dar cuenta. Esperamos hasta el día miércoles, todos ansiosos, esperando a ver qué era lo que nos iba a decir.
EL SUFRIMIENTO DE UNA FAMILIA ROTA
Para María, la condena de Jhonier es casi una prisión perpetua es solo una parte de una tragedia mayor. A pesar de lo que ocurrió, expresó su profundo amor por su sobrino, quien fue siempre cercano a ella. “Lo quiero mucho y lo sigo queriendo”, dijo entre lágrimas.
Sin embargo, también reconoció la difícil realidad de que Jhonier, al no hablar y asumir la responsabilidad completa, no solo ha arrastrado a la familia a una profunda tristeza, sino que se ha condenado a vivir el resto de su vida en prisión, aislado y sin el respaldo de aquellos que alguna vez lo amaron.
“Si él no quiere hablar, si prefiere llevar la carga solo, que lo haga”, dijo María, con una firmeza que refleja su dolor. “Un día, nadie lo va a mirar, ni su esposa, ni su familia, ni nadie. Va a quedar solo, solo”.
Sospechas sobre la implicación de otros miembros de la familia
María no descartó la posibilidad de que otras personas dentro de la familia también estén involucradas en el crimen. Mencionó en particular a Andrés, quien, según ella, mostró un interés sospechoso en los bienes de Mauricio Leal y frecuentemente preguntaba sobre los detalles de la peluquería. A su juicio, este comportamiento de Andrés y de otros miembros de la familia, así como las declaraciones contradictorias entre los distintos implicados, apuntan a que el crimen pudo aber sido producto de una conspiración interna.
“Nos dijeron una cosa, pero a mi hermana le decían otra, a mi hermano otra. Nadie decía la misma versión”, agregó, haciendo hincapié en las contradicciones que rodearon los testimonios de los involucrados.
La tragedia familiar sigue sin respuestas claras
Al final de la entrevista, María Dinner expresó su angustia por la falta de claridad sobre lo ocurrido esa noche en el condominio de La Calera. “Sé que no fue solo Jhonier. Algo más está detrás de todo esto, y algún día se sabrá la verdad completa”.
Hoy, mientras la familia Leal sigue sumida en el dolor, la búsqueda de respuestas parece más distante que nunca. Las revelaciones de María Dinner no solo destapan las heridas de una tragedia que no termina de sanar, sino que nos dejan con una inquietante pregunta: ¿quiénes fueron los verdaderos responsables de este crimen, y por qué Jhonier se ha empeñado en cargar solo con la culpa? La historia de los Leal continúa siendo un misterio, uno que tal vez tarde mucho en resolverse.
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